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lunes, 4 de diciembre de 2017

Siete trucos eficaces para perder el miedo a hablar en público

La demanda de tener que hablar en público supone una enorme fuente de ansiedad para una gran parte de la población. De hecho seguramente tú recuerdes la primera vez que tuviste que hablar frente un grupo de personas y puedas recordar haber experimentado en mayor o menor medida algunos síntomas de ansiedad como la sequedad bucal o la respiración acelerada.

Cuando nos ponemos delante de un grupo de personas nos convertimos necesariamente en un objeto de evaluación, lo cual nos llevará a pensar ¿Y si me pongo nervioso? ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si se aburren? ¿Y si…? Anticipar todos estos escenarios nos llevará a un estado de ansiedad que probablemente nos dificulte salir de esta situación de manera exitosa. Si despejamos la incógnita llegaremos a la pregunta del millón: ¿QUÉ PUEDO HACER PARA NO PONERME NERVIOSO/A HABLANDO EN PÚBLICO?



Si has llegado a esta entrada esperando encontrar una receta milagrosa para responder a esa pregunta, estás de suerte. Así, sin reservas, te voy a dar 7 de consejos que van a hacer que tus nervios al hablar en público se esfumen:

1.      Ensayar.
2.      Ensayar.
3.      Ensayar.
4.      Ensayar
5.      Ensayar.
6.      Ensayar.
7.      Ensayar.

Es posible que ahora te sientas un poco decepcionado/a y pienses “sabía yo que esto tendría truco”. Te animo a que sigas leyendo porque no te estoy mintiendo. Ensayar y seguir ensayando es una de las claves fundamentales no solo para perder los nervios, sino para hacer una presentación de calidad y que resulte de interés para la audiencia, ¿Por qué?

  •        Favorece la memorización de todos los contenidos de tu presentación. Cuando puedes recordar con facilidad el contenido de tu presentación hasta el punto de que se vuelve automático, recordar lo que ibas a decir ya no es algo de lo que te tengas que preocupar. De esta manera puedes prestar más atención al énfasis que haces en determinadas partes de tu discurso o a como realizas las transiciones de una parte a otra.
  •        Permite identificar qué partes o palabras te cuestan más. Este es uno de los grandes miedos a la hora de hablar en público: “¿y si me atasco en esta palabra?”, “¿Y si en esta parte me lío?”. Ser capaz de responder a esas preguntas antes del gran día, de nuevo te ayudará a ganar seguridad.
  •        Te ayuda a darte cuenta de que sabes hacerlo. Nunca te permitas subir al escenario con la duda de ¿Sabré hacerlo? Tener la experiencia de haberlo hecho te dará seguridad y los pensamientos negativos sobre cómo lo vas a hacer seguramente sean menos creíbles y menos frecuentes. Todo ello facilitará que experimentes menos ansiedad.
  •        Te permite improvisar. A veces se escucha aquello de “yo no me preparo este discurso, se me da bien improvisar”. Sin embargo, esto es una mala idea ya que lo que harás durante la puesta en escena será probar cosas que quizá tengan el efecto que quieres o quizá no. Tras varios ensayos y un conocimiento óptimo del tema, podrás plantearte improvisar porque ya tendrás medido y estudiado tu discurso y podrás discernir con mayor criterio que improvisaciones pueden aportar algo a lo que estás diciendo.


Si sigues leyendo hasta aquí espero haber compensado la posible decepción del principio de la entrada. Efectivamente, ensayar es una buena idea, pero ¿cómo empiezo a ensayar?

  1.                 Construye tu discurso y léelo en voz alta.
  2.                Estúdialo para memorizarlo y grábate recitando el discurso.
  3.          Anota aquellas cosas que te gustaría mejorar y vuélvete a grabar hasta que estés satisfecho/a   con el resultado.
  4.              Ensayalo con gente de confianza y pídeles que te ayuden a mejorar. Estos comentarios pueden ser muy valiosos, ya que será una audiencia y no tú mismo quien juzgará tu puesta en escena.


Después de todo este proceso llegará el gran día y, sin duda alguna, estarás algo nervioso/a. ¡Esto es completamente normal e incluso útil! Has dedicado esfuerzo y preparación en algo que te importa, y quieres que las cosas salgan bien ¿Quién no estaría nervioso? Ponernos nerviosos/as no está en nuestra mano. Aumentar las posibilidades de hacer una gran presentación, definitivamente sí.


jFotografía: Karen Serrano, con licencia Creative Commons.



¿Te ha resultado útil? ¿Se te ocurren otros trucos para hablar en público sin miedo? Nos encantará leerlos en los comentarios.

Eduardo Alonso – Terapeuta

Bibliografía recomendada
Ballenato, G. (2006). Hablar en público. Arte y técnica de la oratoria. Madrid: Ediciones Pirámide.





1 comentario:

  1. que buen contenido los felicito, pasate por mi blog suscribete y me suscribo. saludos.
    psicolopractica

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